Si, el sol entrando a raudales,
la ventana hermosamente plena.
nosotros jóvenes y tú
me invitas a bailar. Así, simple.
Siento tu talle fino entre mis brazos,
tu dulce respiración cerca de mi oído
y tu corazón vibrando intensamente.
Este amor naciente,
jamás tendrá comparación.
Y también jamás podré olvidar
la parte intensa de mi vida
que te otorgué en aquel momento.
Cúanto te quise...!
y lo que és más, aún te quiero.
creo he de morir doliéndome de tu pérdida. ----------------
Tarde lluviosa en un hotel...
el amor estalla en borbotones
y yo no lo comprendo.
Tú éres sexo, pasión...
pero no supe de quererte
hasta que te perdí.
Te creí sólo carne, diversión,
y éras más, mucho más...