En efímero mundo
pequeño, frágil, cruel;
caminaba absorto
sin saber qué hacer.
Paso lento, cancino
sin levantar pie del suelo;
dejando huellas profundas
como si viviese para hacerlo.
Mirada triste, pérdida
sonrisa amarga, vacía;
sin tener ya ilusiones
que alegrasen su vida.
Algo encorvado el andar
con majestuoso desgano;
mirando el tiempo pasar
sin importar, ya los años.
Desaliñado los trajes
sin preocupación alguna;
mirando cosas vacías
lo que está ahí y perdura.
Lo bueno perdiéndose vano
lo malo, afianzándose ahí;
mirarlo entre triste y burlón
negando, sabiendo que si.
Cuál ave, eterna viajera
en mundos bellos, ideales;
trabajando la mente febril
para en sueños llegar a forjarlos.
Desdeñando las cosas
que el mundo exige;
para feliz estar
donde nada existe.
Palabras trabadas
en caos expresa;
formando un lío
por falta de destreza.
En rincón de la mente
solución a todo está;
pero amargo el sinsabor
al volver la realidad.
Y a si sigue igual
paso a paso hacia el fin;
fuerza, poderosa lo atrae
a ese sitio de ahí.
Una fosa en la tierra
Volver, a ser parte de ella;
suspirando de alegría
en la noche y sus estrellas.