Dos y veinte,
de una misma madrugada,
y yó aquí,
desangrándome en tinta,
desparramándome sobre el papel,
que no entiende
en esta noche,
ni de amores,dolores,alegrías,
él solo me brinda
su blanco rostro,
como poniendo su otra mejilla,
y me desangro,
pensándote,doliéndome,
al igual que el hambre del gato,
que tras el cristal de la puerta,
reclama mi mendrugo-
el tampoco entiende
el porqué de su medio vivir,
y yo menos el mio.
solo sé que afuera llueve,
y aquí en esta mesa,
me desangro en tinta,
desparramándome lenta ,perezosamente,
sobre el manso papel,
que al igual que tú, es níveo.
y te imagino poniendo
tu otra mejilla.
y me sonries,te percibo,
te evades, te evaporas.
y muero en tinta
lentamente en un suicídio,
llorando mi falta de talento.
no podré volar en versos,
mis alas de poeta, están rotas.
Dos y cuarenta,
de una misma madrugada,
afuera llueve,
y aquí en el papel
llorando está
mi ultimo verso
Avelino
07/04/20
02:40Hs
córdoba R.A