Dímelo hoy

Dímelo hoy Dímelo ahora, sin hipocresía, sin titubeos, mirando de una vez mis ojos marchitos; con la franqueza de un mar que enseña su horizonte. Dímelo ahora: ¿Por qué fuiste despiadado Otoño que lanzó al vacío hojas y nidos de mi fértil Árbol, para desmembrar mi Dignidad y hogar repleto de esperanzas? Dímelo precisamente hoy: que se cumplen años de tu arribo equívoco a una vida que nunca mereciste. Dímelo ahora sin pensarlo dos veces, con tus siempre palabras hirientes; estallido de mil traiciones ocultas por siglos. No calles en la brevedad de un tiempo inaccesible; ahora que está en el umbral de mi existencia el instante de marchar para siempre, con la escarcha de los momentos nítidos que empañaste entre traiciones y mentiras sobre mis hombros cansados de cargar responsabilidades ajenas. ¡Díme por qué! Ivette Hernández Más Ivette Rosario