Tu, que sabes de noches mundanas 
reina entre los reyes del cielo 
a la que tratan de apocar las nubes 
cargadas de misterios 
en un intento fugaz de contratiempos 
Provocas lastimeros aullidos 
abandonos del destino, 
auspicias provocadora
el envolver de las olas 
mares planchados atraídos, 
influencias de reflejos 
Distraes miradas enamoradas 
desde la eternidad absoluta de los tiempos 
manto tramado de recuerdos, 
o el cobijo al desamparo del sin techo 
en su sueño esperanzado, el hombre. 
se acurruca en el cartón de su lecho 
Belleza luminosa,e incitante 
para ideas banales de conquistas
con la vacía idea de explorar y habitarte, .olvidados. 
de la hambruna de los pueblos, 
los seres en tus cambios, . esperan 
los cambios de gobiernos, 
los que siguen demostrando 
el poder vacío pretendido 
en la gloria del recuerdo. 
Te atribuyen estados diferentes 
como a cualquier mujer pretendida 
para conocerla observando a la distancia, 
adjudicándote nombres atrayentes 
para marcar etapas de esta tierra 
que te mira con ojos indulgentes 
la "Sélene", de los Griegos 
empedernidos románticos, 
o la Diosa entronizada 
en la antigua Roma, 
o de los Incas "la "Quilla" 
o la "leuknsa" latina para decirte 
"brillante blanco" simple y eterno. 
Pero ningún soberano se atrevío 
embanderarte para lucirte 
a los cuatro vientos! 
Edgardo Ruiz Beldarrain