Las alas del terodáctilo

¿Habéis conocido a alguien del todo?
Yo creo que no,
no he conocido a nadie
y nadie me ha conocido a mí,
así veo la sociedad,
como un entramado de personas que fingen conocerse
que fingen ser conocidos,
y la verdad es que lo único que eres
es esa voz interior
eso que burbujea en tus entrañas
eso que insulta y desprecia
que ama tanto como odia,
algo increíble
que muchos tratan de apartar,
voy a regodearme en mis malas costumbres
hasta escribir algo decente
algo que al leerlo me estalle una parte del cerebro
o me haga vomitar de placer,
a veces me encuentro tan alejado de mi raza
como esos antiguos fósiles,
y no me preocupa,
déjame a un lado,
deja mis alas enterradas,
somos arqueólogos de la fecilidad,
relatos de una vida en coma,
calculamos el tiempo
en un reloj de arena roto,
cada segundo que corre
es un segundo ya extinto,
ponle garra al siguiente
o quédate sentado,
ya has visto lucirse al sol
y contonearse a la luna,
has visto llorar a las nubes,
la sucesión de una y otra estación,
ya has visto cambios
la transformación de lo repetido,
eso es esto
un monótono caos,
rutina humana que llega a ser agobiante,
hienas persiguiendo un trozo de carne seguro,
dinosaurios huyendo de meteoritos,
puntos de luz en la oscuridad,
el desafío de existir
de pensar
de sentir,
verdades y falsedades exageradas,
todos aislados
no se salva ninguno,
esas voces que se manifiestan en coro,
todas aisladas del resto,
incomprendidas
deseando la capacidad de formar parte de algo,
el aroma podrido de la esperanza persiste
debe persistir,
las ciudades dejarán un día de ser nidos de ratas
tienen que dejar de serlo,
las mentes deben de abrirse
como telones de fuego,
hay rubíes bajo colillas
y basura bajo diamantes,
alguien envuelto en escombros hace música,
existe la esperanza,
alguien con zapatos rotos y despeinado coje un boli,
existe la esperanza,
piezas de museo emprenden un viaje a lo cotidiano,
existe la esperanza,
un niño no es bautizado
existe la esperanza. . .
el hombre es aún pequeño
el hombre aún sostiene lo inexistente
el hombre y su tecnología son aún estúpidos,
los animales saben y no se quejan,
el hombre vive en un laberinto
en un experimento
en un salario
en un coche
en un edificio de oficinas
en ordenes
en sumisión
en una rebelión espontánea y caliente,
un hombre nunca conoce a otro hombre,
lo mejor de un hombre se extrae de su silencio,
de lo que no puede ser oído,
lo mejor del hombre muere con él,
muere con el individuo,
queda sepultado bajo tonelas de otras vidas venideras,
lo mejor del hombre es su nula importancia
refiriéndose al computo global
de todos los acontecimientos,
nadie entiende el funcionamiento del engranaje,
recuérdalo cuando contemples tu reflejo,
eres un dios efímero y mortal,
eres el único dios que existe,
el resto son un invento de la fantasía humana,
como el cine
o una novela,
eres único,
independiente dentro de una inmensa manada,
eres tu insignificancia,
tu valor,
tu contradicción,
así hasta que se agote la presencia,
hasta que ya no quede espíritu,
ni alma,
solo un despojo inerte
apto para el reciclaje
y la continuación del ciclo. . .
A veces me encuentro tan alejado de mi raza
como esos antiguos fósiles,
y no me preocupa,
déjame a un lado,
deja mis alas enterradas,
somos arqueólogos de la felicidad,
relatos de una vida en coma,
deja tu huella como puedas
sea o no encontrada.