Podría pararse la primavera,
y seguiría viendo en tu sonrisa,
la cálida dulzura,
de la flor más bella.
Podría desaparecer el sol,
esfumarse las estrellas,
y seguiría viendo en tus ojos,
los luceros más enamorados.
Te amaría hasta donde
se pierde el horizonte,
te amaría hasta
cuándo estás ausente,
y la sombra de tus besos,
me quemaría siempre el alma,
como la luz que te persigue,
ó el ansia escondida de tenerte.
Solo quiero pedirte,
que no quemes la belleza de los momentos,
que entiendas los silencios de mis recuerdos,
y que seas el cielo
de mi universo sereno,
cuándo apoyas tu mejilla,
en la luna de mi memoria,
como una melancolía de amor y deseo.