DIVAGACIONES VIII

DOÑA MELANCOLIA
Te llaman Melancolia
hermana de la tristeza
naces del alma mia
y te alimentas de mi nobleza.
En la hora del ¡Adios1 y
¡Quien sabe¡
del ¡Te amo! y ¡Eres mia!
mi mano tiene una suave
fragancia a melancolia.
Mi alcoba con lila viste
la ambigua tarde ojerosa
y esta llena de una rosa
felicidad ¡algo triste!.
Todo flota en un dormido
ambiente del mas alla
y la tarde en mi vestido
se embriaga de champan.
En todo este desconsuelo
que late dentro de mi
hay mucho de ese cielo
espolvoreado de ti.
Consolara mi infortunio
tus labios, que es la mitad
serena de un plenilunio
palido de eternidad.
Tu mirada busca mi cielo
como un bello angel, y yo
me inclino entre los dos
para recuperar mi consuelo.
La desolada embriaguez
de mi nostalgia sin fin
sueña con la flacidez
de tu musa gentil.
Todo lo que en mi te adora
me duele cuando te ruega
tal como una huerfanita ciega
que quiere hablar y en vez llora.
Muchas veces presintiendo
que al fin me puedas amar
me sube como un pesar
feliz de seguir viviendo.
Haz de la luz que te viste
que en mi penumbra se integre
con tu dicha un poco triste
yo haria mi pena alegre.
Deja que tu alma retarde
desvanecida en mi hombro
mientras me urge la tarde
de vago verso y asombro.
Amor, nos llama mi dueño
dame de soñar tu ciencia
dame de beber la esencia
melodiosa de tu ensueño.
ZAFIRO7