A menudo...

A menudo persisto en insistirte
y en dejar que el dolor te reconforte
para que ilustre de sollozo sin partirse
el límite que hoy tal vez, ya no te importe.
A menudo alimento aquella quimera
de compartir el mundo sin rodeos,
con los ojos fijos en cada primavera
y el remanso de tu piel, inmenso y valedero.
A menudo la vida nos roba la sorpresa
y nos devuelve el sabor de una amargura,
a menudo veo como el rocío te besa
y se escapa despacio, te deja y se esfuma.