Sobre el agua cristalina de tus ojos
Desprovista de las sedas de mi enagua
Me observo, atrevida, acalorada!.
Sin un gesto, de tu parte, ni un antojo…
Y me voy acercando poco a poco!
En puntillas!..Con un beso de mi boca, hasta tu cara!..
Tan sublime, tan ardiente!.. Me esperabas…
Que temblando se resbalan las caricias!
Cuando, en un instante inmaculado, me desato abruptamente en un arrojo!..
Y te beso, y me besas, con la algarabía del brillo que anida en tus ojos!..
Aplaudiendo en nuestros cuerpos, imaginadas delicias!..
Que en los sueños bien despiertos se precisan
Y se guardan como el mejor tesoro!..
María Verónica García