Un mucho de tu mirada,
y un poco de mi embriaguez
logró realizar un deseo
que guardé para tí sólo una vez.
Deseé robarte un beso,
lo logré, aunque mal me siento,
te amo, decirlo no puedo,
peor aún, si ya hablé no lo recuerdo.
En la penumbra de esa noche,
y la bruma en mi cabeza
logré lo que mas deseaba
y hoy me pesa la conciencia.
Pensé que era sólo un beso,
y al final caí en tus brazos,
aunque fué bello el momento,
quiero desatar tus lazos.
Existe una interna lucha,
de corazón y decencia,
de locura y de prudencia,
de dolor y de impaciencia.
Volver a amarte otra vez
es sólo una idea constanta
aunque imposible de hacer,
pues no quiero ser tu amante.