Bendito rey convertido en hombre
¡mira que impones!,
debes estar cansado siempre trabajando, creo, te asemejas a un rayo cuando te imploramos, a veces no nos conformamos cuando tus manos desde el cielo van acomodando lo que pedimos orando, cuando tu sabes como buen padre que necesitamos.
¡Eres mágico! nuestra vida está en tus manos.
Alma pura vestida de humano, has venido al mundo para calmarnos,
tu vida diste sin importarnos, alma buena sí que sufriste; y míranos, que mal portados.
Algunos libros hablan de tí, como si fueras historia con fín,
Jesús bendito tu no tienes fín, eres la verdad de la que me quiero enamorar, eres la verdad que yo quiero dar.
Nobleza andando, mira donde estamos, unos con otros miedo nos damos, mi santidad te pido perdón, por mí y mis hermanos, que perdimos el valor, que perdimos el amor, que no sentimos el dolor.
Bendito padre, Bendito hijo, Bendita paloma de páz llegarás y alegrarás, almas buenas vestidas de hombre y tu coro celestial se elevarán y cantarán a la llegada de tí padre celestial, mi grán majestad.