Sólo hay dos en el mundo,
llenos de ternura,
me inundan el alma de alegría,
solo ellos saben la verdad,
brillan sin igual,
compañeros de mis risas,
sólo ellos conocen el anhelo,
que anida en mi pecho,
se llevan todos mis miedos,
dos ventanas que se abren,
al paraíso perdido,
me toman de sus manos,
y estoy ahí adentro,
llenándolo todo con mi amor,
la luz invade mi cuerpo,
no me atrevo, a veces,
a mirarlos,
esclava de mi timidez,
sólo son ellos los que conocen el secreto,
sólo ello lo interpretan,
a la perfección,
dentro de mi espíritu,
su aroma renace,
como las flores silvestres,
en un día de primavera...
LUNAFRIA