No me importa
lo que digan de ti añahí
en las riveras del Paraná
viviré contigo.
No me importan
tus rasgos toscos,
ni la fealdad
que te crió,
solo me importa
tu amor mágico
Que me llevan
a esas hermosas
tardes veraniegas.
Y tus canciones
que deleitaban
a los dioses, a tu gente,
a tu tierra.
Pero hubo un día
en que nos quitaron
algo en común
la libertad anahí
esa libertad de vernos
de amarnos,
¿Dónde quedaron
nuestros ídolos anahí?
¿Que es lo que aremos
mi amor?
no llores mas te lo pido
que tus llantos
destrozan mi corazón.
Déjame anahí
que yo sea tu consuelo.
No amor, no anahí
tu puñal ha topado
el corazón del centinela.
Escapa anahí, huye, vete
que te buscan.
Que tristeza anahí
triste has caído nuevamente
para ser llevada
a la hoguera del dolor,
que tonto me siento,
estoy solo y lejos de ti
solo contemplando tu carita
y el silencio de tu espíritu
soportando y venciendo
el dolor del sufrir,
de la muerte, del ardor.
Pero alégrate anahí
tus dioses no te abandonaron
y te exaltaron, te hicieron flor
bella flor roja de terciopelo
rebalsada de esplendor,
te convertiste en la flor
de mi corazón
de mi nación,
valiente y fuerte
vencedora del sufrimiento
nosotros te bautizamos
los presidiarios y el pueblo
con orgullo y patriotismo
como la flor
del ceibo.
cassetti luis