el beso que olvidó la luna

Cuando bese el olvido de la luna, tus ojos vinieron a mi como dos estrellas caídas del cielo,
como dos lagrimas desprendidas de algún precioso y débil ojo.
Sentí que nuestro momento había llegado, lo presentí ,
porque mis palpitos eran extremadamente grandes, mis manos me avisaban que algo había en tu interior que hacía que mi sangre fluyese de nuevo.
Y si me brindaste un precioso baile,
solo estamos tu y yo,
bueno creo que nuestros cuerpos estaban presentes
pero nuestras almas estaban mas elevadas,
alejadas de la multitud,
acariciando el desvelo de los ángeles,
escribiendo preciosas canciones en las nubes...
Tus manos acariciaban mi pelo, de tal forma que mis cabellos se entrelazaban bailando una preciosa danza, moviéndose por el viento ,
desprendiendo tus susurros en mis oídos,
Se movían de tal forma
que mi cuerpo daba vueltas, como las niñas lo hacen en el parque cuando están contentas.
Es nuestra historia de amor,
alguien nos la trajo
y se tiene que seguir escribiendo para que nunca jamás tenga fin, quiero, me gustaría que nunca tuviera fin.
Y hacer de nuestras mañanas un nuevo capitulo para nuestro relato,
para nuestra reliquia.
Siempre había escapado, como huye una ardilla cuando quieres observarla
pero te juro aunque jurar no sea del todo maravilloso
que seguiré tus pasos cuando los tuyos huyan lejos,
cuando quieran cambiar el rumbo.
Te necesito como el agua necesita de la lluvia,
para que mojes mis sentidos, y los invadas hasta tal punto de que el mundo sea todo agua,
te necesito mi vida...
cierro los ojos y cojo pánico, ya que no podría imaginar una poesía sin tu mirar...
ya que él es el que me da inspiración en todas mis letras, en todas mis pasiones relatadas en un débil papel blanco.
Los caminos nuestros creo que ya en otras vidas se habían cruzado,
ya habían intercambiado preciosas aventuras,
risas, tormentos..
pero que nunca se habían mezclado ahora en esta etapa de esta nueva vida..
Puedo imaginarte en otra vida, en que eras un precioso pez
que nadava por los mares en busca de nuevos horizontes,
y yo solo era una pequeña e insensible estrella de mar ,
que no avanzaba mucho ,
pero que muchos días tu pasabas por encima de mi plano cuerpo, rozándome con tus escamas...
la misma sensación que tenía entonces la tengo ahora cuando tu piel roza la mía.