Quisiera estar contigo y no quisiera
que nunca nadie más nos separara.
Acaso en tu prisión me encarcelara
y nadie a huir de allí me convenciera.
No obstante, si escaparme yo pudiera,
con tal que la justicia me encerrara,
los besos de tus labios me robara
y entonces a tus rejas yo volviera.
Si quieres verme ahí como un bandido,
robando cada noche tus placeres,
espósame y no dudes en doparme.
Quizá poquito a poco, en un descuido,
empieces a decirme que me quieres
y acabes, finalmente, por amarme.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC