Duele el dolor

Yo no me jacto de sufrir. Me duele.
Duele el dolor, el propio y el ajeno
y aún así me muestro tan sereno
aunque la paz me arranque y me desvele.
Soy lo que soy. Mi corazón no suele
permanecer en el oscuro cieno.
Para llorar, lo sé, no soy muy bueno
por eso a nadie tengo que me cele.
Puedo sufrir y sufro. No lo niego
por más que el sufrimiento no es mi fuerte;
pero al sufrir mi corazón se eleva,
porque al final sufrir es sólo un juego
que no termina hasta llegar la muerte
que hasta la vida auténtica nos lleva.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC