Tu risa, mi soneto.

De pie sigo en tu mano, desmayada
invirtiendo en este hotel una mirada de reojo
con dos gatos mirando hacia el hastío
allí donde intercambiar un beso ya no vale nada.
Ni abomino este horizonte, este espejismo blanco
ni hago canciones a tu alma de trapo gris
si se me empaña en el cristal lo que te escribo
te lo grabo en la espalda con ácido ensordecido.
Ten por seguro que no recordarás que te pasaron
por encima mis pálidas palaras o no sabrás leer
entre líneas aquellos versos en que esculpía tu nombre
finjiendo no ser míos, soterrados en un vodka negro.
De nada valen las caricias decapitadas
que arrastra tu río de lava incandescente.
Me echo las tristezas infinitas a la espalda
y continúo el camino a tus manos, de frente.
Se trata de mirar tu sonrisa sin temblar
se trata de sobrevivir al hilo de tu pelo
en que me cuelgo por ser precipicio o disparate
cuna de cebolla tu beso, tu risa mi mejor soneto.
Rosa
RGG