Encadenados
Estás encadenada a mi existencia,
y estás encadenada de por vida,
por que la mente ingrata no te olvida,
y porque siempre estás en mi conciencia.
Yo se que tu existencia habrás tornado,
a otros horizontes y caminos,
y muy distintos son nuestros destinos,
que inútil es pensar en el pasado.
Pero yo se muy bien, que allá en tu mente,
si acaso te ha invadido la nostalgia,
recuerdas de mis rosas, la fragancia,
y todo lo que fui, tan de repente.
Así, cuando te besan con locura,
o cuando secan de tu rostro el llanto,
recuerdas que te quise tanto, y tanto,
y ansías de mis besos la bravura.
Y en este insomnio largo y delirante,
mirando transcurrir la madrugada,
olvido que de mí, ya estás distante,
y en cada estrella observo tu mirada