Barquito de pesca, belleza en tu cubierta,
me despiertas con tu va y ven de sirenas,
descubriendo un mundo de ansiedad sin cadenas,
abriendo compuertas, a nudos de manos abiertas.
Marineros de agua salada, siempre a mi vera,
ondeando triunfantes una pequeña y humilde vela,
con el aire helado,sobre sus caras sin respuestas
entre sueños de canciones y ron en sus calderas.
La noche os acoge, con la luna más grande y llena
con un camino de estrellas y brújulas de madera,
asomándose un gran sol, en un amanecer de guerra
fuego en el cielo, y bravura en una mar serena.
Fuerza en las manos, redes que caen en cadena,
sudores en la frente, y sonrisas en la chistera,
llegando a puerto,miles de corazones os esperan,
y yo, siempre recuerdo vuestras almas marineras.