Mentiría si te dijera
que fui yo quien te eligió;
ahora que la primavera
ya hace mucho que pasó
por este largo camino.
Mas bien ha sido el destino,
de esta forma impredecible,
como una fuerza invisible,
el que ahora nos unió
con este amor decembrino.
Quién diría que fuiste tú
entre todas las mujeres
que en la vida he conocido,
la que me llenó de amor,
la que me ha correspondido.
No, no fué mía la elección,
pero eso no lo lamento,
porque has sido sólo tú
la que calmó finalmente
a mi corazón sediento.-
Eduardo Ritter Bonilla.
Lunes 11 de Enero del 2010
Sea Bienvenido nuevamente a esta su casa . Siempre he dicho que el poeta no se va del todo. Magníficas poesías después de su corta; pero para sus amigos, prolongada ausencia. Un abrazo y si tercer diez. Ivette Rosario.