Siempre demasiado frío

Fuera hace demasiado frío
pero solo en mi corazón está nevando,
siento un témpano de hielo por mis venas caminando,
danzando a su libre albedrío,
hasta que el fuego de la tinta lo atemoriza tanto
que queda derretido cediéndome el mando,
dejo de estar vacío
cuando siento que el odio no me está dominando,
¿para qué morir matando?
Mejor fluir libre y dulce como el agua de un río.
He aprendido que la realidad se asoma en una vida insatisfecha,
que el dinero para el humano es como para las abejas el néctar,
que es difícil pero no imposible tomar la decisión correcta,
que en este corazón frío Cupido es incapaz de clavar sus flechas.
Tengo fe en abandonar el delirio de estas curvas y alcanzar la recta,
tal vez mi fe sea ciega como la de los miembros de una secta.
En mi vida falta esa maldita chispa que prenda la mecha,
he aprendido que en este juego no existe la situación perfecta,
en el fondo nada de eso afecta a esta mente abyecta,
en el fondo nada afecta a este corazón frío lleno de brechas.