Dime que no estoy soñando,
jura que no es fantasía,
que tu piel por fín es mía,
que me sigues deseando,
que tu cuerpo se encadena
a mi piel completamente,
que este deseo vehemente
como a mí tambièn te quema.
Que no existirán más sombras
que separen nuestros cuerpos,
ni habrán más tristes recuerdos,
que yo serè a quien Tú nombras.
Pero no me engañes más,
no podría soportarlo.
Tu nombre habrè de marcarlo
sobre mi piel, lo verás,
y en mi cuerpo Tú serás
dueño y señor para siempre.
Dime si en verdad tú sientes
que por siempre me amarás...