Para tí que en tu desdicha
sientes el corazón aprisionado,
no te dejes vencer por la desidia,
ni te dejes llevar por lo pasado,
el rencor, al igual que vana envidia
al final es a tí a quien hace daño...
No te encierres en odios ni rencores,
ni en tristezas pasadas o sucesos,
no te dejes llevar por sentimientos
inseguros, malignos o traviesos...
Por mi parte no creo hacerte daño
porque en mi corazón no cabe el odio,
ni la envidia, ni el celo...
No me pierdo en rencores,
mucho menos por odios me desvelo.
dejo a mi corazón y espíritu ser libres
y me elevo a los cielos
de alegrías y sueños...
Y si triste me encuentro,
aún así sonrío,
porque mientras exista el Amor
el mundo entero es mío...
No sè porque motivo
me atacas o persigues.
Solo puedo decirte que es muy triste
vivir de esa manera,
con tanto sentimiento mal herido...
Lamento tu desdicha,
lamento ver tu tiempo así perdido...
Pero siempre recuerda que al final,
en esta corta vida,
lo que das es al fín, lo que recibes...