sonaba el despertador,
y a los pies de mi cama,
tieso como una retama
se encontraba Don Gonzalo, el señor comendador.
= ¿ Por que os escapasteis del tenorio?
Yo soy otra Doña Ines pecadora
una humilde ama de casa y trabajadora
iros o llamo a mi novio.
= Despertaros Ines del alma mia,
teneis que iros a trabajar,
ya decia yo que me parecia soñar,
pues me tenia que levantar para desgracia mia.
Puse la cafetera y prepare el desayuno y en la cocina me aparecio Santa Teresa que muy seria me dijo:
= Deprisa que viene tu marido con su arma tiesa y
tienes que poner la mesa.
Uf, sali bufando por el pasillo
y ahi estaba mi Don Juan con su bata y sus pantuflas,
bebiendose una horchata de chufas,
y fumandose un pitillo.
Servi el cafe, y aparecio San Raimundo que me dijo, =espabilate que no estas en este mundo.
Mi marido se puso a leer el periodico
vino San Federico me dijo:
=Nena, dale a tu marido un pico.
Obedeci, en esto que mi marido se levanta, se abalanza y me encanta:
Aparece San Serapio mientras mi esposo ronronea:
= Niña, vamos a darle al Morapio.
Santa Lea me dice que no soy fea, ¿Pero que le pasa al santoral que tan revuelto esta?.
Acabamos de desayunar,
salimos pitando hacia el coche, y topo con San Cristobal, y oh sorpresa una multa,
vaya catapulta,
ya decia yo que este santo no estaba por casualidad.
El semaforo esta en rojo, Y cuando puedo al fin pasar,
llega Santa Cecilia,
y una banda de musica por el medio se pone a tocar,
si lo se hago vigilia.
Llego a la oficina y en la puerta del despacho me espera San Pancracio y me dice:
No corras, ve despacio, la furia me domina.
El jefe me dice que escribi una carta mal,
y ahi esta San Patricio
que me dice que cuide de mi oficio.
Cuando el dia acaba y llego a casa ahi esta el Dios lar que me dice, haz la cena, que llegaste a tu hogar y en el sofa te espera tu Don Juan
y oh demonios se me olvido comprar el pan y aparece San Job , y a mi marido le hago bajar.
Cuando termino de hacer la cena llega Santa Almudena
que cuenta. Cuida que tu marido se quede con la tripa llena.
Y en esto que llega San Bernardino y grita:
Recuerda llevar a la mesa una botella de vino.
Cenamos, vemos la tele, y como ultimo santo del dia aparecio San Juan de Dios que nos dijo iros a
la cama a echar un casquete y os quedais como dios.