Toca mi piel de hielo.
Dale el calor que pueden ofrecerle tus labios.
Dibujale ilusiones con tu lengua traviesa,
muerdeme aunque me duela, aunque queden resabios.
Hazme adicto al veneno de tu saliva ardiente;
siega con esa lava mis mieses de pasión.
Humedece el deseo que se oculta en mis poros,
cantale con tu aliento a mi sexo una canción.
Utiliza tu boca como el arma perfecta,
para hacer que me rinda como un siervo a tus pies.
Pero no con palabras, ni con besos fugaces,
si no como una fiera hambrienta de placer.
¡ Devórame !
Mi cuerpo se impacienta por sentir el dolor,
de tus dientes rasgando mis zonas delicadas,
en una forma brusca de demostrar su amor.
Haz tu lengua un flagelo,
Tus dientes guillotinas.
Condúceme hasta el cielo,
mis ansias asesina.
Reconoce en tus labios mis bordes, mis rincones,
mis venas, mis latidos, lo que hay por descubrir.
Haz que mi pecho grite, gima sus sensaciones,
que me transforme en lluvia, que caiga sobre ti.
Dame a beber tu savia, mientras bebes la mia,
encarcela mi rostro en tu oscuro rincón.
En tu monte de venus deslizan mis deseos,
y en tus humedos petalos, apresas mi pasión.
Seamos olas de fuego en la mar de tu cama,
y en un vaivén lascivo, hagamos erpución.
Que nuestra piel se queme, hasta quedar fundidos,
cubiertos de cansancio, sudor.Satisfacción.
Y cuando el fuego extinto, le de paso a los besos,
mas tiernos y silentes que el amor puede dar,
susurraré tu nombre, mirandote a los ojos,
Y haré esta noche un verso, para nunca olvidar.