El tímido

Lirios que denotan su belleza

en la banqueta frente a mi morada,

blancos porque son de pureza,

inocencia que aún no a sido robada

Su cabeza llena de ideales,

mortifica y ciñe su semblante

¡Por favor! deja de soñar en irreales

necia tengo ganas de besarte

Mi mirada su cuerpo entero recorre

vista de los pies a la cabeza,

sin prisa el reloj corre

olvidarme de ella me da pereza

¿Que delito pago yo en esta vida?

si a la iglesia voy sin haber pecado

envidias esperan su caída,

delito el haberme enamorado

De no hablarle me arrepiento

eterno seguidor de sus pasos

vergüenza me provoca no te miento

verla rodeada de payasos.

Soñador intermitente