Hoy te he tenido de nuevo...

Hoy te he tenido de nuevo
y cuan bendito sea Dios
porque tu cuerpo esculpido
de coral y caracol
se deslizó por mi lecho
desnudo clamando amor
mordido por dientes fieros
arañado sin pudor,
hoy te he tenido de nuevo
no te llamé, fue tu ardor.
Quizás antojo furtivo
sin más, sin explicación
sin un por qué convincente
sin mediar una razón.
Pero te tuve de nuevo
cual ingenuo y febril sol
como un manantial de cielo
cual volcan en erupción.
Ayer te tuve de nuevo
y aun reposas surtidor
sobre mi lecho mojado
de tu juventud mejor
no se si marches o quedes
ni yo preciso razón
sólo se que aquí sentado,
a tu lado mi gorrión
mientras tu duermes desnuda
en mi casa, en mi rincón,
me siento el dueño del mundo
y cuan te bendigo! Dios.