Tu mirada limpia y seductora penetra,
muy hondamente en mis ojos.
Me estremezco y tú lo percibes y me enamora,
me enredo y erizo en tus suaves pies de seda,
cuando me besas tímidamente es cuando,
mas siento tu amor, estrechas mi cuerpo desnudo,
como si deseases que nuestros cuerpos se fundiesen y
los dos juntos se hicieran uno para encadenar el amor.
Recorres con tus manos cada rincón inexplorado,
de mi cuerpo por ningún otro hombre que,
no hayas sido tu cuando acaricias mi cuerpo lo haces,
con tanto amor y pasión que no me puedo resistir a ello,
como cuando acaricias mi espalda y siento las rasuras,
que muy suavemente haces en ella con tus uñas.
Entonces es cuando tomas mis manos deseosas,
entre la tuyas y las guías por el bello camino de tu ser.
Ahora es cuando nuestras manos juntas las siento,
que navegan unidas por todo tu excitante ser.
Mis labios excitados y llenos de deseo abrasador,
buscan tus labios y después besan tu rostro inquieto,
pero muy apacible, siento tus labios que están,
riendo con tu bella y dulce sonrisa y besas los míos,
dejando un dulce beso en cada una de mis facciones.
No puedo dejar de mirar tus bellos ojos ardientes que,
siento en mi corazón como si tu mirada me incinera y
mi corazón arde en deseos por poder dejar en,
tus labios tan sensuales el más largo y sensual beso,
soy sorprendido por un beso muy dulce y
profundo dejado por los tuyos a los míos con amor.
Me sientes muy excitado y eso me estremece,
para anclar en tus deliciosos pechos como rocas y
que siento en mis labios tus pezones erectos y
con mi cara reclinada en ellos acaricio muy lentamente,
tus pechos; los beso avanzando mis labios a su alrededor.
camino con mis labios casi imperceptiblemente,
hasta llegar a tu ombligo y tu bajo vientre que siento,
tu cuerpo como se excita cuando voy avanzando,
lentamente hacia tus tesoros donde me detengo pudoroso;
pero a pesar de ello, mis manos acarician tus tesoros.