Lo mismo que un gusano que hilara su capullo
hila en la rueca tuya tu sentir interior;
he pensado que el hombre debe crear lo suyo,
como la mariposa sus alas de color.
Teje serenamente, sin soberbia ni orgullo,
tus ansias y tu vida, tu verso y tu dolor.
Será mejor la seda que hizo el trabajo tuyo,
porque en ella pusiste tu paciencia y tu amor.
Yo como tú, en mi rueca hilo la vida mía,
y cada nueva hebra me trae la alegría
de saber que entretejo mi amor y mi sentir,.
Después, cuando la muerte se pare ante mi senda,
con mis sedas más blancas, levantaré una tienda,
y a su sombra, desnudo, me tenderé a dormir
Lara Elra Cira
Manuel Rojas