Entre las sombras

Oí un grito desesperado y tormentoso
que venia desde un profundo rincón del alma
fue entonces que mis manos en el silencio te buscaban
cuando despacio te escurrías huraña entre las sombras
saboreando el dulce aroma del rencor y la miseria
¿Cuántas dosis de olvido son necesarias para usted?, pregunte
pero nunca había una respuesta certera
solo suspiros enmascarados con llanto mezquino
que agrietan las almas y quiebran los corazones,
sonrisas fingidas y rostros festivos acertados y espontáneos
que cubrían su mirada bajo un tenue cristal azul
perdóname por quererte dar alas sin saber yo mismo volar
y por arrullarte con murmuros lastimosos de piedra
sabiéndote necesitada de hechizos e ilusiones fantasma
una profunda iniquidad me aprisiona ahora con grilletes de acero y perdón
mientras las hojas caen para nunca mas retoñar
amarillentas del dolor y débiles del desencanto
te veré, si, algún me será permitido verte de nuevo
merodeando entre fantasías y certidumbres vanas
que tu misma te empeñaste en crear a tu alrededor
para protegerte dolida y atormentada de este mundo lastimero
que solo te otorga engaños siniestros que son hirientes realidades
vistas por ti como espejismos fugaces que te ciegan con su resplandor
al final de todo, cuando la miseria se haya ido de tu lado
lanzándote triste e impunemente al olvido de la memoria
y te quedes solo y vacía guarecida en tu locura angelical,
tu refugio quedara destruido y desolado en la solitaria montaña desierta
y yo como siempre, te seguiré buscando entre las sombras