Junto y ausente, todo marchaba tan mal,
un inconveniente complica nuestro existir,
tú no me exige y yo no me puedo exigir,
Cada uno tiene problema en raudal.
Cada cual tiene un vacío para mirar,
sumidos distantes de la propia realidad.
Tú y yo sabemos que no es casualidad,
el amor muerto no podemos reanimar.
Ni siquiera reunimos valor para luchar.
Las mentes luchan en medio del dolor,
nos miramos diciendo no tengo valor,
ninguno de los dos nos tratamos escuchar.
Ni nuestros ojos se quieren encontrar,
los labios se sellan en mudo atroz,
se rebelan y no deja escapar la voz,
ni siquiera una voz de esperanza precoz.
No sé nada de ti, estando en silencio.
Mi corazón sufre y se muere mil veces,
la terquedad, la comunicación entorpece,
nos miramos como enemigos con desprecio.
Te alargo mis manos, quiero tomar la tuya,
me miras, como ignorando mis deseos.
Háblame amor; y te daré todo lo que poseo,
no dejemos que le silencio nos destruya.