Quiero ser la mañana de tu aurora, quiero ser el rocío de tus penas, quiero ser la voz de tu alma, quiero sentir el furor que te alimenta, quiero caminar desnuda en el mar de tus ensueños, quiero desmesurar tus entrañas, quiero apretarte los labios, quiero fingir que no importas, aunque por dentro te extraño, aunque mis lágrimas sean vanas, aunque los lienzos de mi alma se carcoman, aunque una palabra dulce en mi memoria se haga extraña, aunque las paredes del inconsciente fugitivo, se vuelvan a levantar, aunque la vida me prepare otro destino, no te pienso desdeñar, no condeno tu existir, aún si no eres para mí... En mi boca las palabras dulces, solo amargan, solo caen y se arrastran, solo viven y se mueren, solo anhelan y se callan, solo son forasteras del pensar, solo son lunas enpañadas, estrellas sin fulgor, manitas que se arañan, mentiras del corazón...