El camino

Un camino prolongado

serpentea enredado,

en ocasiones hostil y agreste

otras, por el contrario alegre,

parece no tener fin,

siempre sigue adelante

sin detenerse jamás.

De repente te incorporas

sin haberlo planeado

te reciben con sonrisas,

te festejan entre risas, 

te abrazan y acompañan

y en un tramo del camino

ya te dejan a tu suerte.

De ti depende lo abrupto

o suave que sea el sendero

si en el caminar disfrutas 

de lo bello que te muestra,

en sus limites contemplas

una esplendida hermosura

que adornando va su anchura.

Lleva a parajes de ensueño

propios para el sosiego

entre valles y vaguadas,

circunda montañas, 

discurre por robledales, 

arboledas y avenidas

por pinares y hayedos.

Sin principio, sin final,

sigue adelante el camino.

Su trazado sube, baja, 

vuelve de nuevo a subir,

se hace duro caminarlo

mirando siempre adelante

cuando pesa lo ya andado.

¿A dónde vas,

de donde vienes?

¡Que será,

que te detiene

o te incita a seguir! 

Es la incógnita confusa

de una línea tan sutil.

¿Es la vida el camino

o es el camino la vida?

La respuesta está en ti.

MG 14-05-2017