Quisiera poder extirparte el dolor,
Y hacerlo parte de mi carne,
Sufrirlo yo,
Secar un poco tu mar de lamentos.
Quisiera poder regalarte una sonrisa,
Que la ubiques en tu pecho,
Y te llene de alegría,
Un minuto al menos, de horas tan amargas,
Quisiera que sepas
Que cuentas conmigo,
Que te ofrezco mi vida entera,
A cambio de tu vida conmigo.
Quisiera poder hacer brillar el sol
En esta noche que te derrota, Pero no puedo, Aunque lo desee con todas mis fuerzas,
¡Ay, Dios! Cuanta impotencia,
Te ruego e imploro
Un ejército de ángeles,
Para sostener su espíritu que se deshace.
Síguele las huellas besándole los pasos,
Cárgalo en tus brazos,
Hasta que la herida se transforme en cicatriz,
Te pido, no lo dejes ir.