ABRI TU PECHO...

Abrí tu pecho de aromas adornado,
y sobre el un pájaro solitario estaba
contemplando el poema en el cual volaba,
infinitamente y todo era de gris dibujado,
tan gris como el día que te vio nacer
o como el paisaje gris desvanecido a lo lejos,
cuando el artista lo creo en tus ojos,
y hoy con luz reluciente lo vas ha ver
volar por un laberinto sin salida,
donde se encuentra reflejado siempre
el azaroso destino y por doquier se viere
él mismo con el tiempo envejecido.
Muchos tropiezos ha tenido buscando la salida
y la salida aún más distante se mantiene
al ser lanzado al mar y un peso consumiere
o como se consume un desamor en agonía.
Algunos pasos dio el ave acompasando la cabeza
siempre atenta para alzar el vuelo,
la mirada le mantuve a los ojos fija
para que me escuchara atenta y diera su consuelo:
-El laberinto tiene salida siguiendo…
la corriente musical de los poemas
y en el quede la tristeza y las penas-,
que es por lo que me estoy muriendo.
Ya no brindaré con una sola copa
porque quiero escucharle su sonido,
ya no seré la última gota que llenó la copa
sino un jardín de lirios florecido.