Desplegaste en mi cuerpo una alfombra tejida con flores,
desterraste las zonas oscuras de mi corazón,
liberaste a caricias mis miedos grabados a fuego,
rescataste a mi alma perdida de un negro rincón;
me bajaste la luna a mis labios con un solo beso,
conseguiste con un solo dedo que tapara el sol,
me elevaste con dulces palabras y ví el universo,
me ofreciste tu vida y a cambio pediste mi amor.
Al unir nuestras manos unimos también el destino,
emprendemos juntos el camino y no hay marcha atrás,
me convierto en tu fiel compañera en los malos momentos,
de los años felices que vienen serás el guardián;
yo seré tu refugio caliente en las noches de frío,
tu serás quien calme mi tormenta,mi remanso de paz,
nuestros sueños serán la bandera de nuestro destino,
el amor grabará nuestra historia para la eternidad.
Amiga: Designios de Dios cuando encontramos nuestra alma gemela. Te felicito. Bello poema. Tu diez de mi parte. Ivette Rosario