Cuando los surcos de tu piel,
digan lo que has vivido;
y tus ojos no controlen tu lagrimal;
entonces, si a tus manos el sujetar un vaso,
es una tarea difícil para ellas;
las piernas se nieguen a andar,
sin ayuda del bastón.
Acuérdate de mí;
tanto si me fui,
como si me echaste de tu lado;
acuérdate de esos momentos,
que ambos a la vida, le robamos.
Quizás ya sepas quien fue el amor de tu vida;
repasa momentos pasados,
y recréate en ellos.
Yo me acordare de ti,
en la vejez de mis tiempo,
para saber como siempre,
que tú… fuiste mi amor eterno.
Acuérdate de mí;
tanto si me fui,
como si me echaste de tu lado;
acuérdate de mí, y del tiempo pasado.