Cual todo pasajero viaja a tantos destinos,
llevando sensaciones a ilusos corazones;
sus vedadas acciones provocan desatinos,
se elevan las plegarias y consecuentes dones.
La noche de las eras, acelera inconsciente
y anuncia lo terrible de la maldad humana,
conflictos en el mundo registra persistente,
se enturbian relaciones con prédica malsana.
También el tiempo aclara nuestro crítico cielo,
llega el amor radiante, nuestra virtud constante,
tiñe de rosa al mundo y hallamos el consuelo,
unimos voluntades al deseo imperante:
En este año nuevo, las dichas compartirlas;
las buenas intenciones, tiempo para vivirlas.
Martín Fuentes Castillo.