Dejaste encendida en mí la llama.
Amor vuelva, el jardín se pone pardo,
en él, ya brotan algunos cardos.
Vuelva, hay un corazón que reclama.
Si vuelve, mis ojos dejarán ser fontana,
que vierte lágrimas en tu ausencia.
Todo mi ser reclama tu presencia.
De la espera es testigo la ventana.
El bosque recorro en la gélida noche,
los árboles son testigo de mi orfandad,
camino solo, en medio de la oscuridad
voy sorteando un sin numero de baches.
Tu ausencia me oprime y me rodea,
de esta angustia nadie tiene idea.