Tal vez nuestros dos corazones eran tan pequeños,
amor inmenso en ellos no cabía y dejamos escapar
cual palomas mensajeras, sus destino fueron a buscar,
y solo nos quedó las tristeza en el lugar de los sueños.
Hoy busco palabra nueva para estas cosas vieja,
pero en ella solo hallé el olvido definitivo,
al partir todo me has devuelto, hasta el archivo
en la vida del recuerdo, al partir nada me deja.
Las misma estrella nos mira y la misma lluvia
moja nuestra calle desolada, pero ya es distinta.
La sombra del árbol como fantasma nos pinta.
En mi piel tus labios tatuados han quedado todavía.
Aunque ahora no se cual es tu mundo meno tu cielo,
en mi noche sin sueño aun por ti me desvelo.