Carta a un amigo...Despedida

Hoy vengo aquí a despedirme, disculpa que no lo haya hecho en su debido momento. Te diría que estuve ocupado pero tan así no lo es, al final de cada día me decía cuando vendría a verte, cuando sería el momento. En ocasiones me preguntaba si era nesecesario, o si debía dejar al tiempo correr y las palabras guardar intentando no vivir la situación. Pero mi cabeza es tan traicionera a veces que en el momento menos pensado traía a mi mente el encuentro pendiente de nuestra despedida....y aquí estoy....para charlar contigo al fin.
Tengo de ti muchos recuerdos, los buenos momentos que tuvimos que vivir y creo que esos no me hacen olvidarte, también existen aquellos malos que me hacen valorarte aun más, ya que tu jamás te habías ido cuando te necesitaba, y quise por algún tiempo retribuirte el favor y volvía a mi mente que lo que tu me brindabas no era un favor, que era realmente un placer que me acompañaras en aquellos malos ratos. Y en el tiempo compartido aprendí lo especial de una amistad, aprendí que debíamos decirnos lo que pensábamos sin tener que ofendernos ya que de eso se trataba, sincerarnos para que siguiera fuerte el lazo de amigos....recuerdo todavía cuando nos vimos llorar mutuamente ya que el dolor que uno sentía era también del otro y supe allí que no tendría que haber vergüenza y que era de hombres también hacerlo.....cuando alguna diferencia se entablaba también la resolvíamos a nuestra manera y existieron quienes decían que de así no debía ser, pero sabíamos que talvez a nuestro modo podíamos solucionarlo.
Que duro te trato la vida en ocasiones, pero tu seguías con tu buen humor...algo alocado pero inofensivo....te agradezco por la confianza de compartir conmigo tus miedos y tus secretos mejores guardados, sabias que lo haría propios y de mi no saldrían. No puedo expresar muy bien lo que guardo de nuestra amistad en estos momentos pero fue bueno conocerte y compartir cada aventura, cada locura aunque compitiéramos quien tenia la idea mas alocada.
Tengo algo mas que contarte, durante un tiempo me sentí muy culpable por no estar en el momento justo para impedir que te fueras, no pude evitar que decidieras quitarte la vida...y me quedaron quizás las palabras para evitarlo...esa ultima semana fue demasiado acelerada...muchos cambios vividos. Aun meses después no lo podía superar, no estabas para conversar y contarnos como nos trataban nuestras novias, o si conocimos a alguien interesante que despertara alguna emoción fuerte....y me falto noches en que planeáramos como nos acercaríamos así poder conquistar a esa persona que nos hacia delirar con verla pasar por la cuadra. Y no me animaba venir aquí a decirte que por mucho tiempo extrañe demasiado tu presencia y quizás aun muchos no entiendan porque hoy lo hago...gracias por no hacerme caer en cosas malas pero tu tenias ya un mal incorporado y aunque luché por sacarte ya te había consumido lo suficiente.....no podías dejar las drogas y las veces que te escabullías para hacerlo maldecía por no estar para detenerte....y comprendí que cada uno no era dueño del momento del otro y no siempre podíamos estar para esos que uno considera vitales.....por mucho tiempo como te decía me creí culpable, y recién hoy me di cuenta que fue tu decisión.
Ya estoy llegando al final de esto, creo que ya no me queda mucho por decirte. Siempre te recordaré...una abrazo enorme en esta despedida. Ahora me queda educar a mis hijos y a vivir momentos con mi familia.
Un abrazo grande y te veré cuando Dios lo decida.