La soledad de sus latidos.

No has de ser tu el que me arrebate la calma. ni te he dado la venia para hurtar mi alma.
No voy a ser una más en tus historias,
no seré una de esas, de esas que guardas
en frescas o viejas memorias.
No quiero ser un recuerdo perdido cuando me guardes peremne en tu olvido, ni quiero ser de tu amor la que espera cuando el invierno se transforme en primavera.
Mejor dejemos hasta aquí lo que pudo haber sido, mejor será que el viento te susurre al oído
y escuches quedamente el porqué me retiro, el porqué me llevo conmigo a mi alma, esa que quisiste endulzar con mentiras amargas. Si, también me llevo mi corazón para que continúe rasgando mi pecho en la soledad que siempre tuvo: La soledad de sus latidos.