El hilo de la vida

El dolor se acentúa
el hedor a podredumbre
te desplaza fuera del lugar
siniestramente.
Con una calle te encuemtras
si te acercas a ella,
si te adentras en ella
posiblemente...
ya no saldrías de allí.
Cuervos rondan mi morada
intentando picotearme
pero aún la vida...
esta en mi.
Planifico el modo
que pueda tener
para sobrevivir
para encontrarme
con la propia muerte...
¡Crepuscúlo!
ya ni lo parece a mis ojos,
andariegos
mal olientes
se acercan por ver
si aún estoy viva.
¡Aparta ladrón de almas!
aparta que la mía no te hace falta.
Porque puñal tengo
y en mi cuerpo aún sostengo
el hilo de la vida,
que aún me queda...
a él me acojo, a él me agarro
aunque sea un trapo
aunque sea un despojo...
¡como ser humano!
Solitaria