Como quien se despoja de un saco,
dejo a un lado las palabras
elegantes, adornadas,
que sólo halagan oídos
pero que no dicen nada.
Sólo palabras desnudas,
con pleno significado,
para decirte muy quedo
lo mucho que, en verdad, te amo.
No necesito de adornos
ni de calificativos vanos,
mis sentimientos sinceros,
evidentes por sí mismos,
son lo único que traigo.
Con las palabras desnudas
te muestro mi corazón
a plena vista, en la mano,
y te entrego mi adoración
y mi alma, como regalo.-
Eduardo Ritter Bonilla.
Tuxtla Gutiérez, Chiapas, México.
Jueves 09 de Julio del 2009.