El limonero.

Autor: Rolando Manuel Anicama Zapata.

Tuve un sueño, y a través de él,

ví que en mi jardín un árbol caía,

llorando fui  a ver cuál de mis amigos moría,

y ví al limonero verde en agonía.

Aleve corte de aguda semiluna

deshermano las raíces del tronco,

el néctar de las flores, la savia del fruto;

caído sobre la hierba, las ramas

en forzada extensión, mostraban

y ocultaban los blancos pétalos,

los glaucos limones,

los polluelos sin madre,

los nidos sin piares.

Aleve mano sin sentimientos,

no mato a mi árbol,

mato a la humanidad;

corazón duro,

pulsiones insatisfechas,

se satisfizo un instante,

se maldijo para siempre.

Triste final para mi amigo de sabores,

lo arrastre hacia la acopiadora

y deje al sol su sepultura;

su tronco se volvió leña,

sus ramas yesca,

sus espinas agujas

y sus hojas lluvia seca.

Desperte, y después…

tuve otro sueño, y a través de èl,

ví a mi limonero erguido

siguiendo los vaivenes del viento;

vì sus flores blancas moteando su verdor,

sus frutos lisos liberando sus aromas,

sus espinas dibujando su presencia

y sus hojas brillantes iluminando a la vida,

vida que no acaba con la muerte,

muerte que anuncia nueva vida.

Ica, 21/01/2021