Es noche buena, algarabía por doquier,
hay alegría en los rostros de las gentes.
La familia deja de lado rencilla de ayer,
pues la llega del niño Jesús es eminente.
Todos los hogares se visten de fiesta,
los corazones se abren con humildad,
para conmemorar abre la puerta,
todo se saluda con deseo de felicidad.
En todos los ojos titila deseo sincero,
cada mesa repletas, se luce con gala,
a pesar en alguna es solo efímero,
igual al niño su mejor sonrisa regala.
En lo que menos tiene hay esperanza,
que un día se revierta su indigencia,
hoy más que nunca muestra entereza,
Con humildad propia, a Dios da gracia.
Autor: Alcibíades Noceda Medina