En mi corazón no hay puerta de servicio
por donde se entra, se tiene que salir,
y saludar a quien esté por allí
porque nadie puede estar y no ser visto.
No hace falta para llegar, un regalo,
ni tampoco un billete o una clave
pero es cierto que no os daré una llave
al margen de que sea bueno o malo.
Este lugar me temo que es sencillo
aunque hospitalario, cálido y demás,
con turbulencias a veces, es verdad,
muchas direcciones y un sólo sentido.
Nunca cuelgo el cartel de: "Está Completo".
Si de admisión, el derecho, es reservado
hacer que se marchen por donde han llegado
no es una política de mi panfleto.
Mi corazón, como todos, es divino
como los demás..cedido a los humanos,
por eso es tal vez que nos equivocamos
de compañeros, de horario y de camino.
Yo te invito a que me quieras y a quererte
sin que me ofrezcas ni te ofrezca a diario
ni que esperemos sobre un calendario
sin exigir ni que me exigas ser fuerte.