Te conozco desde que era niña, me atraía tu rostro de expresiones diversas.
Te buscaban mis ojos
Cuando estaba triste
Soñaba contigo
Al estar despierta.
Cierta fantasía
Contigo traías
Me hacías reír
Feliz tú me hacías.
Más hoy te veo viejo,
Sentado en esa silla
Tu rostro ya refleja
Cierta melancólica.
Que hicist de tu vida,
Que hq sido de la mía,
Dónde está está la alegría
Y aquella algarabía,
Que inundaban tu alma,
Que simbraban la mía.
Se ha llenado de polvo
Aquella veredita,
Se han caído las hojas
Del árbol que un día,
Cobijara con su sombra
Tus alegrías;
Las mías.
Y en tu reloj
Las horas son largas
Y aburridas.
¡Y el péndulo del mío
Se quedó quieto un día!...
¡Pero vamos hombre!
¡ Levantate, camina,
La vida aún prosigue!
Vuelve hacerme reír
Cómo cuando era niña.