Te viertes despacio.
cada gota de tu cuerpo blanco
es en mi piel poro nevado.
Sumergiéndote en un mar negro
te envuelve el aroma de mi ser,
aroma de café caliente
que abraza tu cuerpo ardiente.
Derramas tu textura blanca
sobre mi cuerpo tostado,
tu piel nívea, perlada,
diluida en mi color nocturno,
tiñendo de pinceladas pálidas
mis fluidas y oscuras noches.
Te agitas cande, golosa ,
en mi sabor amargo,
remolino eres de cirros
en mi cielo de cobalto.
Espirales nacaradas expandes
en la superficie arlequinada
de nuestro abrazo en rombo
sombreado en negro y blanco.
Vertidos en este lienzo ocre,
mezclamos nuestros sabores
en nuestro lecho azucarado,
mezclamos nuestros amores,
…
Tu eres leche, yo café.